martes, 13 de septiembre de 2011

ESTILO LIBRE



El CROL
Es un estilo de natación que consiste en que uno de los brazos del nadador se mueve en el aire con la palma hacia abajo dispuesta a ingresar en el agua, y el codo relajado, mientras el otro brazo avanza bajo el agua. Las piernas se mueven de acuerdo a lo que en los últimos años ha evolucionado como patada oscilante, un movimiento alternativo de las caderas arriba y abajo con las piernas relajadas, los pies hacia adentro y los dedos en punta. Por cada ciclo completo de brazos tienen lugar de dos a ocho patadas oscilantes. En este estilo es muy importante respirar de modo adecuado



RESPIRACION
En el estilo crol necesitamos girar la cabeza hacia un lado para poder respirar. Este movimiento y la postura de respiración aumentan las turbulencias y las resistencias frontales por lo que reduce la velocidad de nado. Este aumento de las resistencias son geométricamente proporcionales a la velocidad, es decir que cuando más rápido se desplaza mas resistencias provoca de forma no proporcional aritméticamente. 

Pero no podemos olvidar que se necesita respirar para rendir. Se debe encontrar el equilibrio entre el aumento de las resistencias que provocan la respiración y las deficiencias que provoca en el rendimiento la apnea. 

Como hemos visto el aumento de las fuerzas de resistencia que provoca el movimiento de la cabeza y la postura de respiración tiene una proporción geométrica con la velocidad. Esto nos dice claramente que cuanto más rápido voy menos tengo que respirar. Llevado a la práctica, es en las pruebas de velocidad y en los momentos de mayor velocidad (salidas/virajes) será muy importante respirar lo menos posible.




MOVIMIENTOS DE LAS PIERNAS. 
El movimiento de las piernas no es solamente hacia abajo, es hacia abajo y hacia dentro o hacia arriba y hacia fuera. Esto tiene dos motivos principales: En primer lugar las piernas no pueden considerarse ajenas al movimiento sobre el eje longitudinal que realiza el cuerpo con el nado a crol y como consecuencia sufren movimiento en su momento propulsivo. El segundo motivo es que es más rentable y a la larga mas propulsivo realizar movimiento hacia fuera-abajo que directamente abajo solo.

Que la acción de las piernas no aumenta la propulsión total, ya que generan menos velocidad de la ya adquirida por los brazos.
Que las piernas no producen propulsión directamente, pero su labor estabilizadora aumenta la acción propulsiva de los brazos.
 Que la acción de las piernas si entra en la suma de vectores, siendo un sumatorio a la propulsión general.
 La acción de las piernas solo es realmente propulsiva en los valles, de las curvas de velocidad intra-ciclica. Es decir en los momentos en que los brazos producen poca propulsión, las piernas mantienen o generan parte de la fuerza propulsiva.


BRASADA EN ESTILO LIBRE
El brazo bloqueado inicia su tracción inmediatamente después de la finalización de la trazada, produciendo siempre un momento propulsivo y haciendo que la velocidad del nadador sea más constante


COORDINACIÓN PIERNAS Y BRAZOS 
El barrido hacia dentro del brazo está coordinado con el barrido de la pierna del lado contrario.
El barrido hacia arriba del brazo está también combinado con el barrido de la pierna del mismo lado.


miércoles, 7 de septiembre de 2011

Pibe valderrama

El Pibe Valderrama, un resumen por la exitosa trayectoría de uno de los más grandes y exitosos jugadores que vió nacer la tierra del café y las mujeres hermosas.
Las playas del barrio Pescadito de la ciudad de Santa Marta fueron el lugar en el que Carlos Valderrama conoció el fútbol, al igual que sus hermanos Roland y Alan, Didí su primo, su tío Pablo y Carlos, su padre, todos ex jugadores profesionales. Es en el colegio Jhon F. Kennedy, estudiando la primaria, donde se viste como futbolista por primera vez y es en el Liceo de Celedón, graduándose de bachiller en 1979, donde toma la decisión de convertirse en jugador profesional de fútbol. En 1981 debuta en primera división con el Unión Magdalena, el equipo de su corazón. Ese mismo año integra su primera Selección Colombia, la juvenil dirigida por Eduardo Retat. “Pibe”, el apodo puesto por el entrenador de su padre, el argentino Rubén Deibe, cuando apenas era un niño, se convierte rápidamente en su segundo nombre. Una melena rubia estilo afro como peinado, en su inconfundible imagen sobre las canchas.
En 1984 llega a Millonarios y un año después su pase es cedido al equipo Deportivo Cali, con el que gana un amplio reconocimiento nacional gracias a la dupla formada junto a Bernardo Redín. Uno blanco, otro negro, ambos jugando en el mediocampo, con la camisa por fuera y con las medias caídas, generaron memorables episodios del fútbol colombiano en la década del 80. En 1987 la dupla comanda la Selección nacional de fútbol que participa en la Copa América ocupando la tercera posición en el torneo. El equipo colombiano, dirigido por Francisco Maturana, es escogido como el mejor del torneo y Carlos Valderrama como el mejor jugador del certamen, por encima incluso de Diego Armando Maradona. Las encuestas especializadas de dos diarios, El País de Montevideo y El Nacional de Caracas, lo proclaman en ese año como el mejor futbolista de América.
El fútbol francés vino por él en 1988, convirtiéndose en el segundo jugador en la historia del fútbol colombiano contratado por un equipo europeo al ser fichado por el Montpellier, club con el que gana el campeonato de 1990 y alcanza los cuartos de final en la Recopa de Europa. Ese año debuta en su primer Mundial, Italia 90, en el que como capitán ayuda a la Selección nacional a conseguir un empate 1-1 frente al equipo finalmente campeón, Alemania, y a clasificar hasta octavos de final en el torneo. Poco después se integra al Valladolid de España dirigido por Maturana, en compañía de Leonel Álvarez y René Higuita, conformando un equipo de poco éxito. Regresa a Colombia en 1992 a jugar en el Deportivo Independiente Medellín y en 1993 es adquirido por el Júnior de Barranquilla.
Nuevamente un tercer lugar de la Selección Colombia en la Copa América, esta vez en 1993, coincidió con el honor de ser considerado el mejor jugador del continente. Más que nunca se evidencia el talento de Valderrama ante el mundo. En un juego sin precedentes, disputando las eliminatorias al Mundial de Estados Unidos 94, el equipo colombiano consigue su clasificación goleando a la Selección de Argentina por cinco goles a cero. Colombia llega a ser catalogada como la mejor Selección del mundo por su vistoso juego, y como una de las favoritas para ganar el título, pero termina eliminada en la primera ronda. Al volver al país sale campeón con el Junior de Barranquilla, por segunda vez. Es convocado en 1997 a la Selección mayor de fútbol al mando de Hernán Darío Gómez, la cual clasifica a Francia 98, pero una vez más el equipo es eliminado antes de llegar a octavos de final.
Apenas surgiendo la liga de fútbol norteamericana Valderrama se convierte en la insignia del campeonato de Estados Unidos al ser fichado por el Tampa Bay Mutiny, ganando la distinción del Jugador Más Valioso de la liga en la temporada inaugural de la MLS (Mejor League Soccer). Salta luego al Miami Fusion y al Colorado Rapids, completando un total de 7 temporadas, 175 partidos, y el record de pases de gol. A mitad de 2003, anunciando su retiro del fútbol profesional, es nombrado embajador de la MLS. Su partido de despedida en febrero de 2004 cierra un ciclo de jugadores inolvidables, los número 10 clásicos del continente, al contar con Francescoli en la cancha y con Maradona en las graderías del Estadio Metropolitano de Barranquilla. De esta forma se va una época de ensueño del fútbol suramericano, cuando Carlos "El Pibe" Valderrama, el mejor futbolista colombiano de todos los tiempos, le dice adiós al deporte de competición. Sus amagues geniales y sus pases de gol casi sin mirar a sus compañeros, su magia y su carisma, sin embargo, siguen activos en la memoria colombiana, presentes con su figura, uno de sus más claros referentes de nacionalidad.